El Gobierno tiene un plan

El gobierno se desploma. Esta parece ser la opinión generalizada, sobre todo entre la ciudadanía y los medios mas próximos a la derecha, después de la enmienda a la totalidad que al discurso de Zapatero supuso la aprobación del famoso decretazo por el gobierno, y de su pírrica convalidación en el congreso, por un solo voto de diferencia. Mas yo no estoy tan de acuerdo.
Es verdad que el Presidente se encuentra en una situación difícil, con unos niveles de apoyo popular por los suelos, y unas encuestas de intención de voto no sólo desfavorables, sino con tendencia a empeorar. Pero eso no quiere decir que no tenga aún cartas para jugar, ni que no lo vaya a hacer de manera inteligente. Y cuando digo inteligente quiero decir astuta.

En el debe del Presidente está haber revalidado la victoria en 2008 después de cuatro años de una legislatura de las mas tensas y crispadas (osea, como todas las últimas), haciéndolo además contrariando lo que se consideraba hasta entonces condición sine qua non para ganar las elecciones: ganar el centro. Zapatero fue capaz de perder votantes por el centro, que fueron al PP y a UPyD, pero ganar muchos más por al izquierda, fagocitando a IU y a Esquerra. Y quedando a tan sólo 6 escaños de la mayoría absoluta.

Creo que el Gobierno se equivocó de medio a medio al evaluar las consecuencias, duración y profundidad de esta crisis, y pensó que a base de gasto público sería capaz de llegar al tramo final de la legislatura con opciones de victoria. Pero los mercados financieros se encargaron, por medio de un primer aviso el pasado febrero, y un segundo en mayo, de ponerle los pies en la tierra. Ahora, creo, ha visto las orejas al lobo, y ha comprendido la realidad del asunto. Y ha trazado un plan cuya meta única es ganar las próximas elecciones generales.

Este plan tiene varios defectos, muchos de ellos derivados de la precipitación con que ha sido concebido, y es arriesgado, lo cual implica que tiene posibilidades de éxito. Tiene a su favor las encuestas, sí, las encuestas, que dígase lo que se diga son negativas para el PSOE, pero no tanto. Sólo hay que ver que decían esas encuestas antes de las elecciones del 93 y del 96, y cuál fue el resultado en las urnas, sólo con sacar el doberman a pasear al grito de ¡que viene la derecha!. Cierto es que desde entonces ha llovido un tanto ...

El plan, para que tenga éxito, ha de cumplir con unos objetivos mínimos. El primero y más importante es, obviamente, evitar el default. El segundo mantener la paz social. Y el tercero la estabilidad parlamentaria. De esta forma se entiende que el primer recorte presupuestario serio adoptado haya ido directamente a la base social del PSOE. En adelante se adoptarán otras medidas más vendibles, pero el mal trago, cuanto antes pase (y mas lejos de las elecciones), mejor.

Es verdad que son complicados de conseguir, pero no imposibles. Y creo que si se consiguen estaremos el año que viene por estas fechas con unas encuestas parecidas a las de ahora, asumibles para el ejecutivo, con las elecciones municipales y autonómicas a plantear como reválida y que salvo hecatombe podrían venderse como positivas. Y con un añito por delante para elegir el momento oportuno para ir a las urnas.

Ni que decir tiene que el plan tiene mucho peligro. Y habrá que estar atentos al comportamiento de los mercados a la hora de refinanciar la deuda en el mes de julio, al desenlace (si es que por fin llega) de la reforma laboral, y a la votación de presupuestos de 2011. Y sin olvidarse de las elecciones catalanas y la sentencia del Estatut, que pueden situar el panorama político nacional en otro radicalmente diferente del actual. Veremos.